Qué incómodo se nos hace en invierno con el frío y esa sensación de mucosidad constante, pero a diferencia de lo que habitualmente se piensa, lo cierto es que los moquillos siempre están con nosotros, y no sólo en la zona de la nariz: también en el estómago, en los pulmones, en el colon… y si eres mujer, también en el cuello uterino.

Lo único que ocurre es que ante determinados trastornos, enfermedades o problemas de salud el organismo tiende a producirlos en exceso.

Es lo que ocurre, por ejemplo, cuando tenemos un catarro, un resfriado común o una gripe. O incluso cuando tenemos alergia y nuestro organismo ha reaccionado ante ese elemento que la causa (ya sea polvo, animales como los gatos…)

La mucosidad es un mecanismo de defensa: más que un ‘enemigo’ deberíamos comenzar a considerarlo como un amigo que nos ayuda a protegernos y a expulsar virus y bacterias.

Pero no hay duda, y aunque sea así, cuando nuestro cuerpo los produce en exceso (sobre todo en la nariz), éstos pueden convertirse en un auténtico quebradero de cabeza, bastante molesto e incómodo. En estos casos siempre es útil tener a mano unos consejos y pautas sencillas que nos ayuden a la hora de aliviarlos por un lado y de eliminarlos por otro, además de unos cuantos pañuelos…

Primero que nada, lo fundamental es tratar el problema de raíz desde el primer momento en que notes que la mucosidad te está empezando a molestar, ya que en caso contrario la mucosidad tiende a acumularse en exceso y es posible que se llegue a endurecer. En caso de ocurrir esto, pueden aparecer otros trastornos y enfermedades más graves.

La congestión nasal se produce al inflamarse la membrana que cubre la nariz, lo que origina una obstrucción que provoca dificultad para respirar a través de las fosas nasales. El cuadro suele comenzar con molestias en la faringe.

Posteriormente, aparece la congestión nasal, acompañada de líquido nasal claro, que los siguientes días puede volverse espeso. Esta congestión nasal puede causar dificultades para respirar y descansar por la noche y, en general, afectar al bienestar del organismo. También puede dar lugar a secuelas tales como sinusitis, otitis media, y la aparición o el empeoramiento de leves a graves trastornos del sueño, incluso algunos casos de apnea obstructiva del sueño, por la dificultad de respirar en posición horizontal.

Hay muchos remedios caseros que son útiles a la hora de aliviar la mucosidad. No obstante, recuerda que en caso de mucosidad excesiva, que te impida respirar o que dure demasiado siempre lo más aconsejable es acudir al médico y no automedicarte.

Para los casos generales, sonarse la nariz puede eliminar la acumulación de moco y controlar la obstrucción nasal. Debemos sabe que sonarse la nariz correctamente supone que en vez de apretarse con fuerza ambos lados de la nariz, se debe presionar fuertemente un solo lado y soplar por el otro, con espiraciones nasales rápidas. Esta operación debe repetirse alternando los lados, con lo que se consigue un vaciado de las fosas nasales mucho más efectivo.

Para aliviar la acumulación de mocos en la garganta y la nariz, puedes probar  algunos de estos remedios:

  • Beber líquidos. El consumo regular de agua es uno de los mejores remedios naturales. Puedes optar por complementar la ingesta de líquidos con zumos y té.
  • Inhalar vapor de agua. El vapor ayuda a fluidificar la mucosidad en el pecho, la nariz y la garganta. Hierve una olla de agua, apártala y mezcla unas gotas de aceite de eucalipto. Mantén la cara sobre la olla y respira el vapor durante varios minutos.
  • Usar un humidificador. Usa un humidificador cuando estés en casa, y especialmente durante la noche, mientras duermes. El aire seco y cálido es más molesto que el aire húmedo en este caso.
  • Hacer gárgaras con agua salada. Hacer gárgaras ayudará a aliviar la garganta. Mezcla una cucharada de sal con agua y haz gárgaras con la mezcla.
  • Beber infusiones. Esto ayuda a calmar la garganta irritada. Prepare una infusión con miel y tómalo lentamente. Las infusiones de manzanilla, jengibre o limón son especialmente útiles para deshacerse de la mucosidad.
  • Hay productos de parafarcia para el resfriado que pueden aliviar los síntomas de la congestión nasal, pero recuerda en todo momento utilizarlos con la recomendación de un médico o farmaceutico.

  • Pastillas de mentol para la tos. Estas pastillas de venta libre para la tos son buenas para deshacerse del moco en la garganta y los pulmones.
  • Expectorantes. Son medicamentos que ayudarán a toser y expulsar la mucosidad más fácilmente. Muchos están disponibles sin receta en las farmacias, mientras que algunos deben ser recetados por un médico.
  • Descongestionantes. Los aerosoles nasales vasoconstrictores pueden ser utilizados para reducir la inflamación de las fosas nasales, pero puede llegar a ser contraproducentes después de varios días de uso, causando congestion de rebote.
  • Por ultimo, no debemos olvidar que hay sustancias irritantes que pueden agravar el problema, y debemos evitarlas. En general:
    • No fumar. La inhalación del humo de los cigarrillos, cigarros u otras drogas puede afectar considerablemente a  la garganta y los pulmones, asi como  aumentar en gran medida la cantidad de moco que se está produciendo.
    • Evitar la exposición a gases y productos químicos peligrosos. Los productos de limpieza del hogar, esmaltes, vapores de pintura y otros productos químicos agravan las afecciones respiratorias e incrementan los niveles de moco.

 

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