El uso de lentillas nos hace que tener una visión adecuada nos resulte algo más practico, cómodo y, para algunas personas, más estético. Sin embargo, en determinados casos pueden provocar pequeñas molestias que debemos evitar.

Los problemas que se presentan más frecuentemente al usar lentillas son:

  • Rechazo en forma de irritaciones leves o infecciones oculares como la conjuntivitis. En algunos casos los pacientes sufren una inflamación corneal llamada queratitis que si no recibe tratamiento rápido puede tener consecuencia graves.
  • Rechazos debidos a un mal uso o por un mantenimiento deficiente. Algunas personas por más que lo intentan sienten aprensión o no tienen la pericia suficiente y se acaban haciendo daño. Otros simplemente son negligentes con las medidas higiénica necesarias para este tipo de producto sanitario.
  • Problemas debido a la sequedad ocular, es decir, cuando tenemos los ojos secos por falta de lágrima. Acoplar una lente de contacto impide o dificulta la oxigenación del ojo, lo que produce rechazo o bien nos obliga a usar lágrimas artificiales. Algunos de estos rechazos se pueden producir por defectos en la lentilla o por un mal ajuste al ojo.
  • Molestias relacionadas con la contaminación ambiental (humo, polvo, etc) y el polen. Estas pequeñas partículas en suspensión pueden acabar acumuladas en la lentilla dando lugar a irritaciones y molestias.
  • Además cuanto más dioptrías, más gruesa es la lente de contacto y mayores son las probabilidades de sufrir problemas.

Recomendamos que visitéis a vuestro óptico primero, ya que éste será capaz de evaluar el problema y asegurarse de que no hay un problema mayor. También pueden evitar que pequeñas irritaciones se conviertan en dolorosas y peligrosas.

Ahora, repasamos los problemas que se presentan más frecuentemente cuando usamos lentillas, y como podemos solucionarlos:

● Incomodidad al final del día: muchos usuarios de lentillas sienten incomodidad al final del día. Las lentillas de hidrogel de silicona han sido diseñadas para contrarrestar estos problemas permitiendo que más cantidades de oxígeno lleguen al ojo. Es común para las personas que sufren de sequedad en los ojos cambiar a unas lentillas con menos contenido en agua. Aunque esto suena paradójico, para algunos usuarios, las lentillas con más contenido en agua pueden secarse más fácilmente, lo que puede agravar los síntomas del ojo seco. Consulta a tu oftalmólogo antes de cambiar de lentillas. Para algunos usuarios el malestar puede ser resuelto reduciendo el número de horas al día que se usan las lentillas, por ejemplo, usando las gafas por la tarde después del trabajo en vez de llevarlas hasta que se va a acostar.

Sequedad ocasional con el uso de lentillas: la sequedad ocasional puede ser aliviada temporalmente con el uso de gotas para los ojos. Sin embargo, tienes que asegurarte de que esas gotas son las adecuadas para usar con lentillas. No todas las gotas son compatibles con todas las lentillas, así que es importante que tu óptico te indique cuáles usar. Si los síntomas se dan por un largo periodo de tiempo, tu óptico puede que te sugiera cambiar de marca de lentillas a unas que combatan la sequedad de los ojos.

Notar las lentillas en el ojo: el hecho de que puedas notar las lentillas cuando las usas puede deberse a un mal ajuste. Como todos los ojos son diferentes  las lentillas deben ser adaptadas a unos requerimientos específicos. Notarás las lentillas en el ojo cuando el diámetro o base curva no hayan sido medidos adecuadamente. De igual manera, si las lentillas no están lo suficientemente curvadas, puede que se desplacen al parpadear. No es raro que las lentillas del tamaño inadecuado dañen la córnea. Por eso es importante que nunca deberías usar otras lentillas que las suyas. Incluso cuando cuidas adecuadamente las lentillas, con el tiempo pueden desarrollar residuos, que no se pueden quitar. Esto puede hacer que notes cada vez más las lentillas. En estos casos se aconseja que te quites las lentillas y uses las gafas hasta que puedas acudir a ver al óptico. A veces cambiar de productos para el mantenimiento es todo lo que necesitas, o quizá necesites cambiar a lentillas diarias.

Quemazón al ponerse las lentillas: sentir quemazón puede ser una señal de que las lentillas están contaminadas. Como las lentillas absorben fluidos, también pueden absorber cualquier crema, aceites, suciedad o cualquier sustancia que contacten con ellas, que provocarán quemazón cuando toquen tus ojos. Lávate las manos siempre antes de tocar las lentillas y los ojos para prevenir la contaminación de las mismas. Usa jabones libres de perfumes o agentes humectantes, así como toallas limpias.Otra opción es usar lentillas diarias, ya que evitan la contaminación al tirarlas al final del día en vez de reusarlas. Si no eres capaz de ponerte las lentillas sin experimentar incomodidad te recomendamos que no las uses y que consultes con el óptico. Mientras tanto, es buena idea que tengas un par de gafas para usarlas.

Ojos rojos, dolor, hinchazón de los ojos que pueden producir secreciones: en este casoi deja de usar inmediatamente las lentillas y consulta con el óptico. Te recomendamos que tengas siempre un par de gafas en casa y en la oficina para usarlas en caso de que necesites quitarte las lentillas de repente.

No cumplir con los cuidados necesarios de las lentillas: el malestar usando las lentillas está a menudo asociado con unas lentillas sucias o con usarlas más tiempo del recomendado. Si quieres evitar que se te irriten los ojos, las lentillas nunca deben ser usadas más tiempo del que te ha indicado el óptico. Si crees que los procesos de limpieza de las lentillas son un problema para tu día a día siempre puedes cambiar a lentillas diarias, que no requieren cuidados. Trabajar en lugares secos y/o con polvo: usar lentillas en lugares secos o con polvo puede provocar que se sequen o que agentes irritantes se peguen a las lentillas.

Alergias: cuando las alergias afectan a los ojos, las lentillas pueden convertirse en una causa constante de irritación. Para evitarlo, limpia las lentillas regularmente. Habla con el óptico para saber si debes cambiar de productos de limpieza y mantenimiento o cambiar a lentillas diarias.

Usuarios de lentillas con otros problemas médicos: los problemas oculares como la sequedad y la irritación pueden ser provocados por condiciones médicas o cambios biológicos, como cambios hormonales, alergias, acné rosácea, trastornos de la tiroides y síndrome de Sjogren.

Tomar medicamentos: muchos medicamentos causan sequedad de los ojos, especialmente aquellos para tratar las alergias y los problemas de presión arterial. Puede que sólo te mediques por un periodo corto de tiempo, en ese caso las gotas para los ojos pueden ayudarte a rehidratar los ojos (verifica que son válidas para usar con lentillas: en algunos casos las gotas pueden decolorar las lentillas) o puedes considerar usar gafas temporalmente. Para la sequedad propia de tratamientos médicos continuos en el tiempo, habla con tu médico u óptico.

Usuarios de lentillas que beben alcohol, café o fuman: muchas cantidades de alcohol o cafeína en tu dieta pueden motivar que necesites beber más agua. Si no lo haces, los ojos se secarán y se irritarán más fácilmente. La sequedad trae consigo otros problemas, como tics en los ojos.

Esperamos que con estas recomendaciones puedas evitar estas molestias comunes que sulen provocar las lentillas, y como venimos diciendo, consulta con tu optico cuales pueden ser las soluciones que mejor se adaptan a tu caso en concreto, no actues por tu cuenta.

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