¿Sabes cuando considerar que sufres estreñimiento? Queremos hoy repasar alguna información importante para que puedas identificarlo y controlarlo en tu día a día. Se considera que una persona sufre estreñimiento cuando tiene problemas para evacuar, ya sea por deposiciones escasas y duras, o por un tiempo prolongado que supera las 72 horas.

estreñimiento

Si bien cada persona tiene una frecuencia diferente para ir al baño según la edad, el peso y su tipo de dieta, se dice que sufre de estreñimiento cuando esta frecuencia cambia de manera drástica y pasa a ser cada tres o más días. Puede considerarse normal entre tres deposiciones semanales y tres deposiciones diarias. En general se acepta que el estreñimiento conlleva menos volumen de heces, más esfuerzo para evacuarlas, más dureza de las mismas, sensación de evacuación incompleta o ausencia del deseo de defecar.

Aunque se puede pensar que este problema de salud es leve, lo cierto es que se debe tratar de manera oportuna para evitar que se convierta en un problema crónico, o detectar alguna enfermedad que lo pueda estar provocando.

En la mayoría de los casos, el estreñimiento se debe a la deshidratación, la mala alimentación y el estilo de vida sedentario. No obstante, también puede ser un síntoma de problemas de salud más serios que requieren de atención médica.

El estreñimiento es una patología que afecta cada vez a más personas debido principalmente al estilo de vida y de alimentación que se lleva, sobre todo, en las grandes ciudades de Occidente. El estreñimiento es muy frecuente durante el embarazo, en personas de edad avanzada, cuando se producen cambios en las costumbres (viajes, alimentos, horarios, etc.) y en situaciones de cansancio, nerviosismo o poca actividad física.

La evacuación desequilibrada del intestino puede causar consecuencias molestas como, por ejemplo:

  • Sensación de pesadez
  • Hinchazón
  • Dolores de cabeza
  • Flatulencia
  • Fisuras en el ano
  • Diverticulosis
  • Dolor al ir al baño
  • Hemorroides

 

Las principales causas del estreñimiento son:

  • Estilo de vida inadecuado caracterizado por estrés, dieta pobre en fibra y líquidos, poco o ningún ejercicio físico
  • Presencia de ciertas enfermedades relacionadas con el intestino
  • Hipotiroidismo o diabetes.
  • Enfermedades neurológicas: las personas con demencia, parkinson, esclerosis multiple, ictus… pueden presentar un estreñimiento por afectación secundaria del sistema nervioso encargado de la función intestinal.
  • Embarazo
  • Senectud
  • Uso de ciertos medicamentos.
  • No acudir al baño cuando se sienten deseos de defecar

Pautas para evitar o tratar el estreñimiento:

Una buena dieta es esencial para que podamos evacuar correctamente todos los días o cada dos días, pero los cambios en la alimentación han de estar acompañados por modificación en el estilo de vida.

Algunos consejos:

  • Controla el estrés
  • Educa al intestino: no reprimas nunca la necesidad de evacuación y ve al servicio cuando sientas ganas.  Habitúate a ir al servicio a la misma hora, procurando ir con tiempo suficiente y sin prisas. Algunas personas se benefician de ir después de una comida.
  • Evita los esfuerzos excesivos en la evacuación.  El intestino ya se encarga, por sí mismo, de este trabajo.
  • Evita los laxantes si no están prescritos por un especialista
  • Evita la comida procesada: La comida rápida, las harinas y azúcares blancos provocan muchos problemas en el organismo. Uno de ellos es la dificultad para ir al baño correctamente.
  • Haz ejercicio: Caminar, trotar, nadar… son solo algunas de las opciones a tu disposición. No olvides que el estreñimiento empeora con la vida sedentaria.
  • Elige aceite para condimentar: el aceite de oliva actúa como un perfecto lubricante para las heces en el colon. Una cucharada en ayunas puede serte de mucha utilidad.
  • Ingiere yogur: Los probióticos y otras bacterias saludables de este lácteo mejoran la salud y el funcionamiento intestinal.
  • Bebe muchos liquidos: El hecho de leer miles de veces “2 a 3 litros de agua por día” no es un capricho, sino una necesidad del organismo. Los liquidos pueden incluir agua, zumos, sopa y otras bebidas.
  • Come despacio y mastica bien los alimentos.  Procura comer a horas regulares
  • Lleva una dieta rica en fibras: Los cereales integrales, las semillas, las legumbres, las frutas y algunas verduras son ricas en fibra. Toma todos los días verduras (mejor crudas), fruta con piel si es posible, hortalizas y pan integral.  Esta alimentación es rica en fibra y ayuda a retener agua, con lo que las heces son más fluidas.
    De acuerdo con su grado de solubilidad en agua, la fibra se clasifica en:

    • Fibra soluble: incluye pectinas, gomas, mucílagos, y algunas hemicelulosas. Las pectinas se encuentran principalmente en frutas y verduras, en especial en manzana, naranja y zanahoria. Otra forma de fibra soluble se encuentra en las hojuelas de salvado, avena, cebada, y en leguminosas como judía, lenteja y haba. La influencia de esta fibra en el tubo digestivo se relaciona con su capacidad para retener agua y formar geles.
    • Fibra insoluble: este tipo de fibra incluye principalmente a la celulosa, la lignina y algunas hemicelulosas. Los alimentos que contienen la mayor cantidad de esta fibra son los cereales integrales, como las capas de salvado de los granos como el trigo.
      Las recomendaciones diarias de fibra son:
      -Adultos: a partir de los 18 años, las recomendaciones son de 20-35 g/día, variando en función de la situación fisiológica. Así, la mujer gestante precisará un aporte superior de fibra debido a la tendencia al estreñimiento durante el embarazo y los ancianos también debido al enlentecimiento intestinal que se produce en esta etapa de la vida.
      -Niños y adolescentes: por lo general se habla de un aporte de fibra en los niños igual a la edad del niño + 5g como aporte mínimo diario, y la edad + 10g como aporte máximo. No obstante, las necesidades de fibra, sobre todo a partir de los 9 años, no es igual en niños que en niñas.
      Debido a sus propiedades astringentes, se deben evitar platanos, zanahoria, arroz, quesos, manzana, bollería…
      Es preciso que consumas una buena cantidad de fibras si quieres decirle adiós a los problemas para evacuar. Las frutas en general son una excelente fuente de fibra. Consumiéndolas evitarás el estreñimiento, te alimentarás más sano y podrás disfrutar de un rico postre o tentempié. Algunos ejemplos:

      • Kiwi: tiene un elevado contenido en fibras y contiene además una enzima llamada actinidina que favorece el proceso de digestión y reduce la producción de gases. Una de las maneras más eficaces de aprovechar las propiedades del kiwi es consumir la fruta en ayunas todos los días. Si no te agrada mucho su sabor (es algo especial) lo puedes combinar con naranjas en un zumo o batido para el desayuno.
      • Ciruela: seguro que tu abuela te aconsejaría consumir esta fruta para poder ir al baño. Es un remedio natural para tratar el estreñimiento que se conoce desde hace muchos años. Las ciruelas secas o frescas son una excelente fuente de fibra, tanto soluble como insoluble. El azúcar que contiene aporta un leve efecto laxante y favorece la retención de agua en los intestinos hasta terminar el proceso de formación de las heces.
      • Naranja: el ácido cítrico que aporta esta fruta permite eliminar los líquidos, regular el tránsito intestinal y combatir el estreñimiento. Eso sin contar todas las propiedades que tiene al contener una buena dosis de vitamina C. Se recomienda beber un zumo de naranjas recién exprimido en ayunas.
      • Pera: además de ser rica en fibras, la pera contiene pectina, una sustancia que regula los movimientos intestinales y la depuración del organismo. ¿Quieres saber más aún? Fortalece el sistema inmune y nos protege de la hipertensión arterial.
      • Higo: sus fantásticas propiedades nutricionales y medicinales son un poco desconocidas. Sin embargo, el higo es perfecto para combatir el estreñimiento. Sus efectos laxantes facilitan la evacuación. Al poder digerirse con facilidad protege al estómago y evita problemas como acidez o reflujo.
      • Frutos rojos: son antioxidantes y mejoran no solo el tránsito intestinal sino también la digestión. Entre ellas encontramos fresas, moras, arándanos y cerezas

En el caso de que las variaciones introducidas a nivel nutricional no hayan logrado el objetivo deseado, se puede recurrir al uso de laxantes como ayuda externa al problema de estreñimiento. No obstante los laxantes no deben ser empleados sin un consejo profesional previo del médico o farmacéutico. Una de las primeras medidas que toman las personas con estreñimiento es tomar algún tipo de laxante comercial. Sin embargo, esto no se recomienda ya que el organismo se puede hacer dependiente de los mismos y puede sufrir otros efectos secundarios.

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Los laxantes logran un aumento del bolo fecal (laxantes mecánicos) o facilitan el vaciado intestinal a través de distintos mecanismos. Los laxantes son siempre de uso puntual, una vez descartado que el origen del estreñimiento esté asociado a alguna patología grave. Además, no es conveniente que se usen más de siete días consecutivos pues el empleo constante de laxantes provoca una habituación a nivel intestinal, que a la larga ocasiona un problema muy superior de estreñimiento al que se pretendía corregir inicialmente.

Habla con tu medico si observas:
-Que el estreñimiento es algo nuevo o fuera de lo común.
-Cualquier cantidad de sangre en las heces.
– Que pierdes peso no estando a dieta.
– Que el estreñimiento dura más de 3 semanas.
– Si sientes algún dolor cada vez que defecas.

Esperamos que esta información te resulte útil y puedas disfrutar de una vida más cómoda y saludable.

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