En estos días en los que las temperaturas ya están bajando considerablemente nuestro cuerpo se pone a prueba y trata de frenar bacterias patógenas que pueden terminar dañando y alterando nuestro microbioma intestinal.

El microbioma es el conjunto de microorganismos que conviven en nuestro cuerpo y que tienen un efecto directo en nuestra salud y bienestar.

Pues bien, los probióticos, de los que ya os hemos hablado en artículos anteriores, son unos microorganismos vivos que podemos ingerir como complemento y que administrados en las dosis adecuadas nos aportan diversos beneficios.

Entre estos beneficios destaca, en la época en la que nos encontramos, el que consigue que tengan una menor incidencias las enfermedades respiratorias y gastrointestinales. Así, según un estudio mediante 20 ensayos controlados concluye que el uso de probióticos redujo el número de días que se padeció la enfermedad.

Por tanto, el buen estado de nuestro sistema inmunitario es fundamental para poder afrontar los procesos infecciosos que tan frecuentes son en estos meses de bajas temperaturas.

Para conseguir fortalecer nuestro sistema inmunitario, la principal vía con la que contamos es la alimentación, procurar tomar alimentos ricos en componentes que favorecen el crecimiento de anticuerpos y que por tanto tienen un efecto directo en la actividad inmunológica antiviral y antibacteriana, como son:

  • Vitamina A: lácteos (leche, mantequilla y queso chedar), verduras (zanahoria, brócoli, col y espinacas). Fruta (melón, albaricoque y mango. De origen animal: ternera, pollo, pavo y pescado)
  • Vitamina E: aceites vegetales, nueces, almendra, maní y avellanas, semillas de girasol, y vegetales como el bróculi y las espinacas.
  • Hierro: Carnes rojas y magras (como la ternera y el buey) mariscos de concha (berberechos, almejas y mejillones), hígado y morcilla, frutos secos (anacardos, nueces, avellanas, pistachos, almendras), sésamo, verduras de hoja verde (berros, acelgas, espinacas..), legumbres (garbanzos, lentejas) y productos integrales (trigo, pan, arroz, pan de avena)
  • Selenio: té negro, huevos, lentejas, cacahuetes, guisantes nueces, camarones, salmón, atún, sardinas, cordero, cerdo, pavo y pollo.

En cuanto a los probióticos cabe añadir que, en una revisión del uso de probióticos realizado ir investigadores australianos de la Griffith University of Queensland y el Centre of Ecellence for applied Sports Science Research evidencia que cepas probióticas como “Bifidobacterium lactis” o “Lactobacillus acidophilus” podrían ayudar a incrementar la secreción de la mucosa intestinal que inhiben la adhesión de las bacterias patógenas en las cavidades intestinales, así como aumentar la concentración de proteínas antimicrobianas. Por último, potencia la permeabilidad de la mucosa gastrointestinal, lo que resulta esencial para impedir la entrada y proliferación de microbios patógenos y demás tóxicos en el sistema circulatorio.

En El Boticario en casa encontrarás un amplio surtido de probióticos, y desde luego estaremos encantados de poder atender las dudas que sobre los mismos te puedan surgir.

 

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