En verano hemos disfrutado de sandalias y de llevar nuestros pies descubiertos, pero ahora debemos prepararlos para volver a utilizar calzado cerrado. Así, te recomendamos una serie de precauciones y cuidados para que no sufran tus pies con el cambio de estación y el cambio de armario.
- El especialista me mejor revisará la salud de tus pies y te aconsejará como cuidarlos es el podóologo: visítalo y sigue sus recomendaciones. Revisa si tienes heridas, ampollas o rozaduras: curalas ahora antes de utilizar zapato cerrado.
- Cuidado con las uñas: retira el esmalte, observa si tienes hongos e hidrata las uñas para que no se resequen y se agrieten.
- Exfolia y elimina la piel muerta y las durezas que se habrán producido con más facilidad en verano.
- Hidrata abundantemente tus pies: por la noche aplícales crema nutritiva.
- Compra un calzado de calidad que traspire, no te apriete y te permita mantener el pie relajado dentro del mismo.
- Las medias o calcetines también deben permitir la transpiración y que sean de la talla adecuada para que no opriman ni el pie ni la pierna para que se favorezca la circulación y no se hinchen los pies.
Una vez hayas seguido estas precauciones solo te queda mantener los cuidados de los pies en el tiempo y disfrutar de los modelos de la nueva temporada.