La higiene de los biberones después de cada uso es la única manera de evitar la proliferación de microorganismos en la tetina y en el recipiente de la leche, que pueden provocar, sobre todo, infecciones del aparato digestivo (gastroenteritis).

Para limpiar el biberón del bebé hay que lavarlo muy bien con agua caliente y lavavajillas, junto con la tetina y la tapa. Lo mismo sucede con el chupete. Si empleamos este sistema, es fundamental aclarar muy bien todos los elementos, para que no quede ningún resto de jabón.

Lo mejor es limpiar el biberón en cuanto terminamos de usarlo, para que los  residuos de leche no se queden adheridos. Hay que limpiar el biberón, la tetina y la tapa con agua caliente y detergente, y aclararlos muy bien para evitar que queden residuos.


Cepillo limpieza de biberones Dr. Browns

Cepillo limpieza de biberones Dr. Browns

Los cepillos para limpiar biberones resultan muy útiles, porque se adaptan al contenedor largo y estrecho del biberón y a la forma de la tetina y permiten llegar a todos los recodos.

Al lavar el biberón, tenemos que insistir especialmente en la rosca y los bordes interiores del biberón y de la tetina, ya que es donde se acumulan residuos con más facilidad.

Cuando terminamos, conviene dejar el biberón en un lugar en el que le dé el aire, para que se seque bien, con cada pieza por separado y boca abajo, de manera que las gotitas escurran. Después de sacudirlo un poco para eliminar toda el agua posible, se colocan las piezas encima de un papel seco de cocina, porque así va absorbiendo el agua que va cayendo mientras se seca al aire (la parte de fuera la podemos secar con un trapo limpio). El trapo de la cocina, el que usamos para limpiar y secar las cosas antes de guardarlas, no sirve a menos que lo acabemos de sacar limpio del armario. No sirve porque si ya se ha mojado previamente, si ya ha estado húmedo y ha andado por la cocina, puede contener microorganismos.

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escurrebiberones

No hay que guardar los biberones con todas las piezas encajadas (recipiente, tetina, disco de seguridad y tapa) hasta que estén bien secos, para evitar la proliferación de bacterias y gérmenes.

Otra opción, si no queremos andar todo el día fregando cacharros, es meter las cosas en el lavaplatos. Hay ciclos a altas temperaturas que los dejan como nuevos. Lo único que tenemos que tener en cuenta es que el biberón no se nos dé la vuelta dentro. Si esto sucede y al abrir el lavaplatos lo encontramos con el biberón lleno de agua, tendremos que lavarlo a mano igualmente para eliminar todos los restos del jabón de lavaplatos.

El método más seguro de limpieza es esterilizar las cosas de sus bebés, y a veces es imprescindible, sobre todo si son prematuros, recién nacidos o durante los primeros meses de vida. La esterilización de los biberones y chupetes puede realizarse en caliente o en frío.

  • En caliente, el sistema más corriente es la ebullición tradicional: se sumergen tetinas, biberones y chupetes en agua hirviendo durante 15 ó 20 minutos. Aunque sirve cualquier cazuela, existen recipientes específicos para este fin.

Para esterilizar en caliente pueden emplearse también esterilizadores de vapor, eléctricos o para microondas. Son más rápidos y ahorran trabajo: basta con añadir un poco de agua para que el intenso calor del vapor mate todas las bacterias en un tiempo récord.

  • En la esterilización en frío se utilizan sustancias químicas que se diluyen en agua del grifo. Para evitar la formación de depósitos, es aconsejable hervir de vez en cuando los biberones con agua y un poco de vinagre. Después se aclaran bien y se esterilizan antes de usarlos.

Es recomendable esterilizar los utensilios (tetinas, biberones y chupetes) que el recién nacido va a llevarse a la boca antes de usarlos por primera vez.


esterilizadores

Hace unos años, se aconsejaba esterilizar los biberones antes de cada toma, pero desde hace un tiempo, esta recomendación se ha relajado:

  • Algunos pediatras hablan de esterilizarlos solo antes de usarlos por primera vez.
  • Esterilizarlos solo durante los dos o tres primeros meses.
  • Otros dicen que basta con lavarlos después de la toma (y aclararlos muy bien para eliminar restos del lavavajillas).

Es importante recordar que en la higiene de los biberones para nada sirve esterilizar las cosas del bebé si la persona que las manipula no se lava las manos antes o las recoge en un lugar en el que hay restos de comida o suciedad.

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