Además de hidratar, las aguas termales ayudan a mejorar quemaduras, cicatrices, picaduras e incluso rejuvenecen. Vamos a conocer un poco más estos beneficios. Son aguas de lluvia que se filtran en el suelo y durante años viajan entre las rocas del subsuelo enriqueciéndose con minerales de la tierra.

La temperatura a la que manan depende de lo profundo que sea ese camino (las de La Roche Posay brotan a 13ºC, a 27ºC las de Uriage…). No hay dos iguales y sus beneficios dependen de los minerales que se les unan durante ese periplo: selenio (cicatrizante y antiinflamatorio), silicio y magnesio (regenerantes celulares al estimular la renovación epidérmica), hierro (oxigenante celular), manganeso (antioxidante), calcio (protector tisular). Así encontramos las siguientes:

Aguas ferruginosas: con alto contenido en hierro, lo que son ideales para carencias de hierro, problemas dérmicos y dietas para adelgazar, ya que son tonificantes. Mejora en estados carenciales y de debilidad, especialmente cuando es por falta de hierro, como anemias o hemorragias. También es ideal para los periodos de convalecencia. Esta agua en contacto con el aire se suele volver rojiza.

Aguas cloradas: son ideales a nivel digestivo, regulan la secreción sebácea de la piel y es calmante en irritaciones e infecciones cutáneas.

Aguas sulfuradas o sulfurosas: con alto contenido en azufre, se trata de un agua ácida y es recomendada en tratamientos dérmicos como la psoriasis, infecciones u otras dermatitis. Se caracteriza especialmente por su fuerte olor a huevos podridos que le confiere el azufre. El sabor es ligeramente salado. Esta agua suele contener las sulfo-bacterias.

Aguas carbonatadas: con contenido en CO2, bicarbonato de sodio, calcio, cloro o azufre son idóneas para problemas gástricos como la acidez. Las aguas carbonatadas de baja mineralización, si son alcalinas y frías se suelen beber para mejorar el PH gástrico, estimula la secreción pancreática y diurética y ayudan a aumentar el PH de la orina.

Aguas con flúor: son antisépticas.

Aguas con cobre: ayudan a la síntesis de colágeno, queratina y tienen una importante acción antiinflamatoria.

Aguas con zinc: es una de las aguas termales con mejor acción regenerante para la piel con problemas exceso de sebo y caspa.

Aguas con calcio y magnesio: regenerantes y protectores naturales de la piel.

Sin embargo no siempre tenemos a mano un Balneario o fuente natural en los que poder disfrutar de las aguas termales y por ello, debemos acudir a las aguas embotelladas que con pulverizador nos ofrece la cosmética.

Las aguas termales que habitualmente se encuentran en una parafarmacia nos ofrecen:

  • alivio en afecciones ligeras de la piel.
  • Son idóneas para pieles sensibles, atópicas o con tendencia a las reacciones alérgicas, ya que, salvo contadas excepciones, no incomodan a la dermis. “Su composición es 100 % agua termal. Se envasa directamente de la fuente en condiciones de esterilidad. Antes de salir, se protege con un recubrimiento de plástico que asegura que nadie lo va a usar hasta que el usuario llegue a su casa y desprecinte el pulverizador”, explica Cristina Castillo, jefa de producto de Avène. Desde Uriage recuerdan que “su composición isotónica respeta la integridad de las células de la piel por lo que podría compararse con un suero fisiológico”.
  • “No interfiere con otros medicamentos, ni tiene efectos secundarios. Además se puede utilizar a demanda, tantas veces como sea necesario para calmar y desensibilizar nuestra piel. Y son aptas para zonas tan sensibles como los párpados de los ojos, o para la piel de los bebés y niños pequeños”, recalca Castillo.

Descubre nuestra amplia gama de aguas termales de Avene, La Roche Posay, Vichy y Uriage. Ver más.

Agua termal | El Boticario en casa

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Una vez metida en el bolso o situada en lugar preferente en la repisa de los cosméticos, ¿para qué más sirve?

1. Hidratar

Además de funcionar en aviones (uso puesto de moda por las top models) también sirve para oficinas resecas por la calefacción o el aire acondicionado, viajes a lugares desérticos o cuando vas tan deprisa que no tienes tiempo ni para darte una hidratante rápida a mitad de la jornada. Un estudio de Vichy revela que tras 7 días de utilización, la sequedad cutánea disminuye en un 83%.

2. Picadura de insectos o medusas

Mitiga el picor y reduce la hinchazón. Cuanto más calcio tengan, más inhibirán la liberación de histamina de los mastocitos (los responsables de las alergias y los procesos inflamatorios). En playas con bancos de medusas deberían ser equipaje casi obligatorio para los bañistas.

3. Cicatrizar

Zinc, cobre y selenio activan la síntesis de colágeno y elastina y reducen el tiempo de curación de heridas superficiales. “Una compresa empapada en agua termal puesta sobre una rozadura la reduce notablemente”, explica Leonor Prieto, Directora Científica de Laboratorios La Roche Posay. También sirve para raspones y erosiones varias.

4. Aliviar sarpullidos infantiles

Es frecuente que el sudor en verano cause sarpullidos en la piel de los bebés y los niños, sobre todo, en la espalda si han estado mucho tiempo apoyados en un respaldo (por ejemplo, durante el viaje en carretera), el cuello o en los pliegues. Ellos se quejan de que ‘pica’ y los padres se desesperan sin saber qué hacer. Lo primero, tenerlos a la sombra (el sol aumente la sensación de picor y dolor de esa piel sensibilizada) y sin camiseta lo máximo posible. Y aplicar una bruma tanto como sea necesario. En unos días, ni rastro de granitos.

5. Antienvejecimiento prematuro

El manganeso y el magnesio activan la superoxidismutasa que protege las membranas celulares de la oxidación causada por los radicales libres que se vuelven locos bajo la radiación solar. Por simplificar, en palabras de Pascale Mora, directora de Comunicación científica de Vichy: “Propiedades antioxidantes que combaten el envejecimiento prematuro”.

6. Tras la depilación, el afeitado o los peelings químicos

Son agresiones que dejan la piel enrojecida y sensibilizada. Una pulverización estabiliza el pH, ayuda a la regeneración y elimina esa incómoda sensación de quemazón.

7. Después del gimnasio

Un rostro congestionado y rojo tras hacer deporte puede resultar incómodo si a continuación hay que regresar a la oficina o dirigirse a un cóctel. Su función aquí es devolver el tono normal y, de paso, recargar los minerales perdidos por la transpiración.

8. Quemaduras solares

El proceso es igual que con las rozaduras. Además, su frescor ya de por sí alivia. “Se puede guardar en la nevera, lo que aumentará esa sensación”.

9. Maquillar y desmaquillar

Tras el maquillaje, una bruma ayuda a fijar los productos y mantiene la piel hidratada por más tiempo. Por la noche, sus minerales ayudan a la regeneración de la piel.

10. Efecto filmógeno

O lo que es lo mismo, que forma una película semipermeable sobre la piel que mejora la retención del agua y deja un aspecto aterciopelado.

¿Te animas a probarlas?

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