La dermocosmética ha evolucionado de forma tan espectacular en los últimos años, que a día de hoy los especialistas pueden valoran el tipo de piel y señalar cuidados a la carta adaptados a cada paciente. Y es que cada tipo de piel requiere un cuidado diario individualizado ya se trate de piel seca, seborreica, con tendencia acneica… sin olvidar, además, las condiciones atmosféricas y ambientales ligadas a cada estación del año.

Los más de dos metros cuadrados de piel que tiene un adulto hacen de escudo protector de las agresiones externas, controlan la temperatura corporal y mantienen un nivel óptimo de humedad. Este arduo y programado trabajo varía en función de la época del año en que nos encontremos, de ahí que para darle una “ayudita” convenga saber qué cuidados aportarle según estemos en primavera, verano, otoño o invierno. La doctora Mayte Gutiérrez Salmerón, dermatóloga del Hospital Clínico Universitario de Granada y Vocal de la AEDV, nos orienta.
En primavera tu piel habla, ¡escúchala!

1. ¡Combate la sequedad del invierno! según la doctora Gutiérrez Salmerón, el frío es una de las causas que más contribuyen a la sequedad de la piel, por lo que en los primeros días de la primavera, nuestros cosméticos deben ir dirigidos a combatir esta sequedad. Por este motivo conviene seguir empleando, igual que en invierno, cremas que lleven componentes “humectantes”, que atraigan el agua dentro de la piel, como la glicerina, propilén-glicol, urea, lactato sódico, etc. y componentes con efecto oclusivo, que sirven de barrera, para impedir la pérdida de agua epidérmica, como son la lanolina, silicona y sus derivados.

2. ¡Limpia el cutis cuidadosamente! es muy importante la limpieza cuidadosa de la piel. Actualmente disponemos de “aguas micelares” que aparte de aportar una limpieza cuidadosa, aumentan la hidratación cutánea.

3. ¡Atención al contorno de ojos! “el contorno de ojos es la zona que antes envejece, por lo que no podemos olvidarla nunca”, comenta la experta. Eso sí, el carácter fino de su piel hace que sea la zona más frágil de nuestra cara por lo que debemos utilizar productos específicos para esta zona que, además de cuidarla, eviten la irritación ocular.

4. ¡No olvides el cuello y el escote! hay que extender el cuidado facial también a estas zonas, evitando los cuidados más agresivos, pues aquí la piel es más fina y delicada que en la cara.

5. ¡Ataca las arrugas! las cremas emolientes y humectantes van a mejorar la hidratación de la piel y por tanto su aspecto, pero no actúan sobre las arrugas finas. Es por ello que la primavera es la mejor época del año para utilizar sustancias que disminuyan estas arrugas, fundamentalmente retinoides e hidroxiácidos como el retinol y los hidroxiácidos a bajas concentraciones. Para una mayor efectividad conviene ponernos que nos pongamos en manos del dermatólogo quien, según nuestras necesidades, recomendará, bien hidroxiácidos a mayores concentraciones o ácido retinoico, de gran eficacia.

6. ¡Acaba con las arrugas de expresión! si nos preocupan las arrugas de expresión, el procedimiento de elección es la toxina botulínica, pero si aún no estamos decididos o queremos prolongar su efecto ya tenemos en el mercado productos cosméticos con “efecto toxina botulínica” en cuya composición entran péptidos, como el Argireline y Leuphasyl. El tratamiento con toxina botulínica tipo A para la mejoría estética ha sido la mayor revolución de los últimos años y continúa su expansión. “Su uso combinado con el ácido hialurónico es el mejor tratamiento de rejuvenecimiento siempre que la indicación sea la correcta y se realice de forma adecuada”, explica la doctora Elia Roo, del servicio de Dermatología Estética en el Hospital del Sur de Madrid y miembro de la AEDV. “En cuanto al futuro –añade-, están en investigación nuevos preparados de toxina botulínica A para inyección y lo más novedoso, su aplicación tópica. Al tratarse de una sustancia de alto peso molecular, no puede traspasar la barrera epidérmica y para lograrlo hay ya dos vías de investigación patentadas con resultados prometedores”.

7. ¡Protege tu piel del sol! comienzan los días soleados y es muy importante evitar los efectos nocivos del sol. Es muy útil, según la doctora Gutiérrez Salmerón, que nuestra crema hidratante matutina lleve factor de protección. “Para la actividad diaria es suficiente un factor 15 pero las actividades deportivas al aire libre o las exposiciones prolongadas al sol precisarán adicionarle un protector solar con índice de protección más elevado”, nos sugiere. La radiación ultravioleta ocasiona daño en el ADN celular, oxida las proteínas y degrada la matriz extracelular. Para prevenir y tratar el fotoenvejecimiento, prevenir los efectos agudos del sol e incluso prevenir algunos tipos de cánceres, los fotoprotectores tópicos incorporan a los filtros físicos y químicos agentes antioxidantes, algunas clásicas como las vitaminas C y E, y otras más novedosas como los flavonoides y polifenoles de origen vegetal, así como reparadores del ADN como la fotoliasa, los oligonucleótidos de timidina, etc..

fotoprotector

8. ¡Incrementa el consumo de vitaminas antioxidantes! Existen estudios científicos que avalan el poder antioxidante de las vitaminas A, B3, C y E, por lo que según la doctora Roó, se recomienda su aplicación tópica. En algunas ocasiones el inconveniente está en que la concentración no es la adecuada o el producto no es estable. En los últimos años ha adquirido un gran interés la investigación de antioxidantes de origen vegetal que se han incorporado a la mayoría de las nuevas formulaciones cosméticas. Los flavonoides son pigmentos naturales de los vegetales que protegen del daño producido por la radiación ultravioleta. El organismo humano no puede producirlos y por ello, solo pueden obtenerse a través de la alimentación o en forma de suplementos. Existen más de cinco mil flavonoides como la silimarina o la isoflavona de soja y otros que se obtienen de extractos vegetales como el picnogenol, el extracto de granda, el extracto de te verde, etc. Otros activos de origen vegetal como el resveratrol, los ácidos hidroxicinámicos (ácido ferúlico y caféico), también han demostrado su efecto antioxidante.

9. Contra las manchas: el dermatólogo es quien valorará la necesidad de llevar a cabo un tratamiento con láser o con fórmulas y peelings depigmentantes, según el tipo de piel.

10. Tratamientos de rejuvenecimiento: ¡ahora sí! La primavera es una de las mejores épocas para hacer tratamientos de rejuvenecimiento con peelings, luz pulsada o el láser fraccional, con los que se consiguen excelentes resultados de rejuvenecimiento, permitiendo continuar con nuestra actividad diaria.

El SOL, enemigo público número 1
El envejecimiento de la piel se manifiesta por la aparición de líneas faciales, arrugas, cambios en la pigmentación y aparición de lesiones premalignas y malignas. Hoy en día se considera que el 90% de los daños cutáneos que aparecen en la piel expuesta al medio ambiente son debidos al sol, aunque también influyen otros factores como hábitos dietéticos y consumo de tabaco, principalmente. “La necesidad de protección de la piel frente a la exposición solar es un problema importante de salud, no sólo de moda o estética” explica el dermatólogo doctor Joseph González Castro del Instituto de Dermatología Avanzada de la Clínica Dexeus, “sin embargo y pese a las advertencias de los dermatólogos es muy difícil cambiar la cultura del sol”. En los últimos 20 años la cantidad de melanomas se ha multiplicado por 10, pero un 31% de españoles reconoce que sigue tomando el sol entre las 12.00 y las 17.00 horas, las horas de máximo peligro.
La característica del fotoenvejecimiento es la elastosis dérmica, producida por degeneración de las fibras elásticas. La epidermis de una piel fotoenvejecida se caracteriza por variabilidad en cuanto a su grosor, con una alternancia de áreas con una gran atrofia y áreas hiperplásicas (más engrosadas); en cuanto a la pigmentación, se observan léntigos solares (lesiones dermatológicas pigmentadas asociadas a la exposición solar crónica) junto con áreas despigmentadas, en especial en antebrazos y piernas, a modo de pequeñas “gotas” sin pigmento. Los melanocitos están irregularmente distribuidos a lo largo de la membrana basal y las células de Langerhans epidérmicas están en mucho menor número, en comparación con la piel protegida de la misma persona.
“Sabemos también que los daños producidos por el sol se van acumulando y aparecen en la pieles maduras a pesar de cómo apunta un estudio del Departamento de Dermatología de la Universidad de Michigan, el 80 de los daños provocados por la exposición al sol (arrugas, piel curtida, problemas en la vista, y en última estancia cáncer) se producen antes de los 18 años”, asegura el Dr. González Castro.

• 5 Minutos, suficiente
“El sol tomado con moderación tiene efectos positivos en el organismo: favorece la producción de serotinina, un neurotransmisor que produce sensación de bienestar, estimula la producción de vitamina D, básica para mantener los hueso sanos y prevenir la osteoporosis, ayuda a dormir mejor y refuerza el sistema inmunológico. También mejora la evolución de algunas enfermedades dermatológicas como acné, dermatitis o psoriasis pero con 5 minutos al día es suficiente para obtener todos estos beneficios” afirma el experto.

• Conoce tu fototipo
Un estudio de la Academia Española de Dermatología y Venereología apunta que 6 de cada 10 españoles siguen sin conocer cual es su fototipo -capacidad de la piel para absorber el sol- y no utilizan la protección adecuada. Los dermatólogos advierten que en realidad no existe un bronceado saludable. Cuando la piel adquiere un tono dorado por el sol se debe a una reacción del organismo para protegerse y actuar a un ataque a la piel.

• Zonas de riesgo
El fotoenvejecimiento se manifiesta particularmente en las zonas del cuerpo que están más expuestas al sol (cara, cuello y manos). En estas zonas la piel pierde elasticidad, se hace áspera, se arruga, toma un color amarillo y aparece una pigmentación irregular con diversas pequeñas manchas oscuras y arañas vasculares.

Lo último en la farmacia
• Los fotoprotectores tópicos han demostrado que previenen los efectos agudos del sol y algunos tipos de cáncer de piel. En los últimos años las principales novedades en fotoprotección buscan impedir o corregir los efectos nocivos de las radiaciones ultravioletas, incorporando a los filtros físicos y químicos agentes antioxidantes (vitaminas, flavonoides, polifenoles) y reparadores del ADN como la fotoliasa, los oligonucleótidos de timidina, etc. La investigación en nuevos vehículos que permitan una mayor penetración y estabilidad de los principios activos se centra actualmente en la nanotecnología, que utiliza nanopartículas en las que se encapsulan los ingredientes para que se liberen de una forma controlada.

• Fotoprotección desde el interior: “Hasta ahora los fotoprotectores se erigían como la única defensa frente a los radicales libres generados por la radiación UV, pero éstos suponen solo el primer nivel esencial de defensa, capaz de bloquear sólo un determinado porcentaje de los radicales generados por el sol”, explica el doctor González Castro. Las nuevas tendencias se inclinan por programas de cuidados contra el fotoenvejecimiento con serums antioxidantes que actúan desde el interior de la piel. Los serums antioxidantes a base de Ácido Ferúlico, Phloretine y Vitamina C ofrecen protección biológica actuando desde el interior, refuerzan las defensas antioxidantes naturales y el sistema inmunitario de la piel para proteger el ADN y mantienen así la integridad celular ayudando a la prevención de daños severos como el cáncer.

ACNÉ: un buen momento para combatirlo
Aunque este trastorno es muy propio de la adolescencia debido a los cambios hormonales que se producen en esta etapa de la vida, no es exclusivo de esta edad. Muchas personas consideran que con el tiempo desaparecerá por sí solo, pero la expresión “ya se le pasará” para evitar cuidarse o acudir a dermatólogo es peligrosa y en muchos casos inexacta. Los expertos insisten cada vez más en que dejar pasar el tiempo, sin iniciar un tratamiento, es un error.
El acné es una enfermedad de la piel visible y antiestética que se ceba principalmente en jóvenes y adolescentes y para ellos mostrar una buena imagen es, en muchos casos, determinante. Por este motivo, el bienestar psíquico de las personas afectadas tiene a veces mayor gravedad que el propio alcance de las lesiones.

• Cómo combatir el problema:
El acné se puede controlar con tratamientos tópicos que contienen medicamentos antibióticos, peróxido de benzoilo y retinoides. También se trata con fármacos, como los antibióticos por vía oral o bien hormonas, cuyo objetivo es controlar la producción excesiva de la grasa que conduce a la formación del acné. En los casos de acné rebelde se puede utilizar la isotretinoína que resulta beneficiosa para controlar el factor graso, las hormonas y las bacterias que intervienen en la aparición del acné. Aunque, debido a sus efectos secundarios, ya que reseca la piel, aumenta el nivel de lípidos en sangre y en mujeres embarazadas puede causar daños en el feto, siempre debe utilizarse bajo control médico.
Según la Academia Española de Dermatología y Venereología los mejores consejos para combatirlo son los siguientes:

1. Realizar una limpieza diaria correcta de la piel, como norma general no más de dos veces al día (se podría irritar) y con un jabón suave. Secar sin friccionar. Lavar el pelo con la frecuencia necesaria para mantenerlo limpio. El problema que desencadena el acné no es la suciedad, por ello no hay que obsesionarse con la higiene y convertirla a esta en una agresión excesiva.

2. No existen remedios milagrosos, ni tratamientos alternativos que superen en eficacia a los que la industria cosmética y farmacéutica comercializan y el dermatólogo prescribe. Eso sí, el tratamiento del acné requiere constancia, pues podrá mantenerse activo meses o años. Durante ese tiempo es preciso mantener unos cuidados generales en todos los casos, además, en muchos, se deberá recurrir a cremas farmacológicas antiacnéicas y en menos habrá que plantearse tratamiento farmacológico con pastillas. En cualquier caso el acné no controlable es una situación excepcional.

3. No manipular las lesiones de acné es el mejor procedimiento para evitar las marcas. Al apretar los granos podemos transformar una lesión que iba a desaparecer en poco tiempo y sin dejar cicatrices en otra mucho más visible, más duradera y además al curarse dejará como secuela una cicatriz.

4. Utilizar cosméticos libres de aceites o no comedogénicos de marcas reconocidas. Las cremas que se utilizan para tratar el acné pueden irritar la piel, este no es motivo de suspender el tratamiento, sino de espaciar su aplicación, cada dos o tres días, y casi siempre la piel de forma progresiva “aprende a” a tolerar estos productos.

5. Aunque la dieta debe ser equilibrada, no hay ningún alimento que haya demostrado empeorar el acné. De cualquier manera los alimentos que habitualmente se citan, en saber popular, como agravantes del acné, en cualquier dieta bien estructurada solo deben ingerirse ocasionalmente y en pequeñas cantidades.

6. Las marcas, en formas de cicatrices o zonas rojas, van a mejorar de forma notable con el paso de tiempo, por lo que muchas veces no es necesario ningún tratamiento para ellas. Cuando no desaparezcan o si queremos acelerar su mejora, disponemos de tratamientos muy eficaces: aunque durante muchos años se han realizado peelings y microdermoabrasiones con resultados aceptables, hoy se tratan sobre todo con diferente láseres, tanto las manchas rojas como las cicatrices.
Se ha de acudir al dermatólogo, que individualizará el tratamiento, seleccionando la crema o las pastillas según el sexo, edad y tipo de acné de cada paciente.

Revolucionará tu piel…
El secreto de la Cosmética Molecular: péptidos biomiméticos
Los péptidos biomiméticos son moléculas que replican las funciones de las células de la piel y que Singuladerm incorpora en su gama completa de productos Xpert en alta concentración. Su importancia en la Cosmética Molecular y los tratamientos antiedad es esencial ya que estimulan los procesos metabólicos pararecuperar las partes dañadas por agentes externos e internos que degradan la piel.

PUESTA A PUNTO PARA EL VERANO
CELULITIS
La celulitis es la acumulación de tejido adiposo en forma de nódulos y hoyuelos que ocasionan el aspecto de “piel de naranja”, y se localiza en las llamadas regiones ginoides: caderas, muslos, nalgas y abdomen. La celulitis no puede ser considerada como una enfermedad, sino como una alteración estética de la superficie de la piel que afecta a entre el 85% y el 98% de las mujeres a partir de la adolescencia en mayor o menor grado. Está presente en todas las razas aunque afecta con mayor frecuencia a la blanca y en menor medida a las mujeres asiáticas. Es muy poco frecuente en los hombres y por ello se cree que el factor hormonal juega un papel relevante en su desarrollo. Aunque suele estar presente en zonas con exceso de tejido adiposo y en personas obesas, la obesidad no es necesaria para que se produzca.
Las cuatro hipótesis propuestas para explicar la fisiología de la celulitis son: cambios estructurales cutáneos en relación con el sexo, alteraciones del tejido conjuntivo, cambios vasculares y factores inflamatorios.
La doctora Elia Roo explica que “existen numerosas terapias que aseguran curar la celulitis. Puesto que no se conoce con seguridad su origen, y que no existen estudios científicos rigurosos que avalen muchos de los tratamientos ni que comparen la eficacia de unos respecto a otros, solo podemos hablar de terapias que mejoran el aspecto de la celulitis”.

• Cómo combatir el problema:
Existen agentes farmacológicos que pueden aplicarse de forma tópica, oral o transcutánea (mesoterapia), explica la doctora: sustancias con efecto lipolítico, que disuelven las grasas como cafeína, adrenalina, o extractos vegetales como el extracto de cóleo, de sauce, té verde, guaraná… También existen sustancias que actúan sobre el tejido conjuntivo: centella asiática, silicio, vitamina C, ácido hialurónico, alfahidroxiácidos (ácido láctico, cítrico, málico, tartárico) y activadores de la microcirculación: naranja amarga, algas marina, castaño de Indias, Cola de caballo, hiedra, ciprés, pensamiento, pilosela, ruscus aculeatus, salvia, ginko biloba o vitamina E.
La aplicación tópica de retinol en el tratamiento de la celulitis, dice la doctora Roó, “se basa en su capacidad de promover una mayor firmeza y grosor a la dermis”. Kligman realizo un estudio con 20 mujeres sanas afectadas de celulitis, aplicando retinol dos veces al día durante 6 meses con mejoría en la mayoría de las mujeres tratadas. En otro estudio posterior solo se evidenció cierta mejoría en mujeres con una celulitis incipiente.

ESTRÍAS
Las estrías son roturas del tejido celular subcutáneo que dan origen a depresiones lineales atróficas de la piel que se forman en zonas de daño dérmico producido por el estiramiento de la piel. Las causas de la formación pueden deberse a estados fisiológicos (la pubertad, el embarazo, el mero crecimiento y la predisposición genética) y a estados patológicos (el aumento de cortisol, enfermedades o tumores de las glándulas suprarrenales, tratamientos con corticoides sistémicos, tratamientos con corticoides tópicos de alta potencia, estrés mecánico como el producido por el uso de expansores o prótesis mamarias).

cómo combatir estrías

• Cómo combatir el problema:
El doctor Hugo Vázquez Veiga, Jefe de Sección del Servicio de dermatología del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela y Secretario General de la AEDV, aconseja dos métodos de prevención. El primero sería el de evitar las causas que las provocan, el segundo, el de la prevención con el uso de corticosteroídes tópicos y sistémicos. “En este sentido, el extracto de Centella Asiática constituye la opción más segura”, afirma el especialista. Un estudio publicado en el International Journal of Cosmetic Science, realizado en 100 mujeres, demostró que una crema que contiene extracto de Centella Asiática previene el desarrollo de las estrías en las embarazadas.
Una vez que han aparecido las lesiones, son múltiples los tratamientos existentes, “aunque en ningún caso consiguen la desaparición de las lesiones en un 100%” señala el experto. El ácido retinoico y sus derivados son el compuesto tópico más estudiado. “Por lo tanto –señala el doctor Hugo Vázquez- en momentos de crisis económica, con efectividad de un nivel de evidencia adecuado y un coste relativamente barato, sugerimos utilizar en los pacientes con estrías instauradas blancas y rojas y no en embarazadas, tratamientos con ácido retinoico tópico asociado a microdermoabrasión de baja intensidad”.

UÑAS
Más allá de su objetivo estético, las uñas tienen importantes funciones; especialmente las de las manos, pues claramente favorecen e implementan la función prensil, es decir la de coger objetos. Entre los problemas más frecuentes asociados a ellas se encuentran la fragilidad, la aparición de líneas blancas y los hongos.

• Cómo combatir el problema:
El doctor Agustín Alomar, director de Dermatología del Hospital de Sant Pau y del Institut Universitari Dexeus, ambos de Barcelona, explica que la fragilidad, “que provoca la rotura de la uña en forma de láminas, responde bien a la utilización de lacas reforzadoras de la lámina ungueal ayudará al paciente, ya que llevan plastificantes que hacen la lámina menos quebradiza”.
Otra alteración característica es la leuconiquia striata, consistente en líneas blancas repetidas transversales al crecimiento de la uña. El doctor Alomar señala “que son debidas a manicuras demasiado agresivas que lesionan la zona de la matriz ungueal, base de la uña y área de formación estructural”, por lo que se deben evitar.

Cómo cuidar las uñas
Las manifestaciones ungueales de la psoriasis y las onicomicosis o infecciones ungueales por hongos son otras alteraciones frecuentes, que además, pueden incluso a confundirse. La psoriasis puede presentar alteraciones en las uñas en forma de pequeños hoyuelos puntiformes o lesiones amarillentas de la lámina e incluso una alteración total de la lámina. “Su curación es difícil, pero mejoran con los tratamientos sistémicos para la psoriasis y tópicamente con calcipotriol y betametasona” afirma el doctor Alomar.
En cuanto a las onicomicosis, dice el experto, “sus formas más frecuentes son las distales (es decir, por dentro), con alteración de la lámina ungueal en color amarillento y engrosamiento con depósito de queratina desestructurada por debajo de la lámina. En las uñas de los pies, posiblemente por el componente oclusivo, se aprecia una mayor afectación. El tratamiento debe ser perseverante, con los productos tópicos de amorolfina o ciclopiroctalamina y antifúngicos orales durante varios meses”.

COSMÉTICA MASCULINA: ellos son diferentes
“Si la belleza femenina lleva ya recorrido un largo camino, la masculina se está convirtiendo cada vez más en un objetivo prioritario del mercado de los cosméticos” afirma el doctor Rafael Jiménez Puya, miembro de la AEDV, y dermatólogo del Hospital Reina Sofía de Córdoba. Y es que lo cánones de perfección masculina han cambiado en muy poco espacio de tiempo y los hombres están aprendiendo a cuidarse al mismo tiempo que demandan productos específicos, ya que la piel del hombre es diferente a la de la mujer. El experto explica que “existen principalmente tres factores fisiológicos que las diferencian: el espesor (es hasta un 25% más gruesa que la de la mujer), la firmeza (es una piel que envejece más tarde pero de forma más brusca) y la secreción sebácea (por lo que, en determinadas zonas, presenta más imperfecciones y brillo)”.
Sin embargo, también hay puntos de encuentro y, de forma parecida a la mujer, los factores que afectan negativamente a la piel masculina son la edad, cansancio y estrés, contaminación, dieta desequilibrada, diferentes problemas de salud, ausencia de ejercicio físico, tabaco y consumo de alcohol.
Hábitos de cuidado:
El sexo masculino ha ido adquiriendo numerosos hábitos cosméticos. El doctor Jiménez Puya señala como necesarios “la limpieza facial con productos específicos para el rostro; el afeitado con aftershaves y beforeshaves; el uso de tratamientos faciales hidratantes, nutritivos y anti-arrugas; contorno de ojos –que prometen minimizar las ojeras o las arrugas-; y la protección solar –donde existen presentaciones en solución o espuma para zonas pilosas-.

Piel atópica: infórmate en la farmacia
Se trata de una enfermedad inflamatoria de la piel que se manifiesta con lesiones que provocan mucho picor, aunque nunca se infectan. De carácter hereditario, esta dolencia suele asociarse a una piel seca que se irrita con mucha facilidad: al producirse un cambio en la estructura de las grasas superficiales de la epidermis, el agua que contiene esta capa tiende a evaporarse y da a la piel un aspecto muy seco. La dermatitis atópica tiene una base inmunológica: es decir, hay un desequilibrio en la células que mantienen las defensas del organismo, de forma que la persona reacciona de manera exagerada a estímulos ambientales (sustancias que producen alergia o que irritan, gérmenes, estímulos emocionales, sudoración…). De ahí que sea tan importante tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

1. Baño diario con agua tibia de unos 15 minutos de duración como máximo.
2. Utilizar geles de ducha y baño sin jabón, denominados syndet, que no irritan la piel.
3. Secar suavemente sin frotar.
4. Hidratar la piel inmediatamente después del baño cuando la piel aún está humedecida.
5. Emplear productos emolientes/hidratantes sin perfume e hipoalergénicos.
6. Las áreas de la piel más enrojecidas y afectadas deberán ser tratadas solamente con medicamentos y/o coadyuvantes específicos.
7. Utilizar a diario ropa de algodón o tejidos naturales.
8. Evitar el frío, el calor y la sudoración excesiva.
9. Mantener siempre las uñas cortas y limpias.
10. La piel debe hidratarse constantemente para aliviar el picor y optimizar el funcionamiento de la barrera cutánea.

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