¿Qué es un irrigador dental?

Un irrigador dental es un aparato eléctrico que aplica un chorro de agua a presión para limpiar dientes y encías. Permite mejorar la limpieza de la boca llegando a lugares de la boca de difícil acceso, por esta razón está especialmente en las siguientes situaciones.

[fac_icontext icon=”chevron-circle-right” text=”al utilizar prótesis u ortodoncia” shape_type=”rounded” shape_bg=”#009ec6″]

[fac_icontext icon=”chevron-circle-right” text=”personas con encías sensibles y/o enfermedades periodontales” shape_type=”rounded” shape_bg=”#009ec6″]

[fac_icontext icon=”chevron-circle-right” text=”personas con diabetes ya que se relaciona con la periodontitis” shape_type=”rounded” shape_bg=”#009ec6″]

[fac_icontext icon=”chevron-circle-right” text=”cualquier persona que quiera disfrutar de una higiene dental completa” shape_type=”rounded” shape_bg=”#009ec6″]

 

Al utilizarlo conseguimos arrastrar residuos, placa bacteriana y estimular las encías.

irrigadores dentales

¿Cómo se utiliza un irrigador dental?

  1. En primer lugar debes haberte cepillado previamente los dientes
  2. Llena el deposito con agua, y si tienes las encías sensibles mejor que sea con agua tibia.
  3. Puedes añadir colutorio y disolverlo en el agua para una acción mas profunda. En este caso recuerda no beber agua hasta pasados 30 minutos de la limpieza para que no desaparezcan los efectos.
  4. Si tienes las encías sangrantes no utilices demasiada presión en la salida del agua.
  5. Si tienes implantes, prótesis u ortodoncias si es recomendable utilizar una potencia mayor para arrastrar cualquier residuo.
  6. Es recomendable que elija un irrigador que incluya la graduación de la presión en el mango de la boquilla, ya que será más fácil su regulación.
  7. En el primer es mejor comenzar por la presión mínima e ir eligiendo la que mejor se adapte a nuestro caso.
  8. Conecta la boquilla a la manguera. Normalmente se incluyen un par de boquillas para dientes y encías y otra para la lengua (la cual siempre se nos queda atrás).
  9. Coloca el irrigador sobre los dientes y enciendelo, o bien teniendo el irrigador apuntando al lavabo pulsa el botón de pausa y enciendelo, y luego colócalo en la boca y deja salir el agua a presión.
  10. En cualquier caso, una vez introducido en la boca, inclínate sobre el lavabo, cierra los labios alrededor de la boquilla para evitar que el agua salga disparada, y déjalos ligeramente entreabiertos para que pueda salir de forma controlada el agua.
  11. Repasa el irrigador tanto por delante como por detrás de los dientes, en los espacios interdentales y sobre las encías.
  12. Para finalizar retiramos la boquilla y vaciamos el agua que pueda quedar en el deposito, secando ambas piezas antes de guardarlo.

Comprobarás como mejora tu salud dental a la vez que disfrutas de un agradable frescor en la boca.

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