El sudor se produce para ayudar al organismo a liberar calor, esta es una función fundamental para el equilibrio corporal pero cuando esta sudoración se produce en exceso es un problema denominado hiperhidrosis que puede causar problemas sociales y también ser reflejo de otras enfermedades.

Este problema suele aparecer desde la adolescencia y juventud y aunque las causas son desconocidas puede tener un componente genético.

Como siempre y ante cualquier situación anómala en nuestro organismo, nuestra primera recomendación es consultar al médico quien realizará las pruebas oportunas y hará el diagnostico y prescripción adecuada para cada caso.

Podemos distinguir dos tipos de hiperhidrosis:

Focal: es la más frecuente, se produce cuando el sudor aparece en pies, palmas de las manos, axilas e incluso en la cara. En este grupo estaría la hiperhidrosis gustativa que aparece después de la ingesta de alimentos

Generalizada: aparece el sudor en todo el cuerpo. Este tipo es mucho menos frecuente y suele estar asociada a alguna enfermedad: infecciones, diabetes, trastornos de tiroides, etc.

Una vez consultado al médico y hayamos eliminado cualquier opción pe enfermedad hay una serie de hábitos, rutinas o trucos que nos pueden ayudar a combatir el exceso de sudoración y los molestas consecuencias que produce. Algunas de estas recomendaciones son:

desodorantes collage

  1. utilizar ropa que facilite la transpiración. En general el sudor no tiene mal olor, este se produce por las bacterias que pueden aparecer si el sudor permanece en la piel durante tiempo, por ello la traspiración de nuestra vestimenta es fundamental.
  2. calzado de materiales traspirables, cambiandolo, junto con los calcetines varias veces al día si fuese necesario
  3. mantener el ambiente fresco y ventilado
  4. evitar bebidas y alimentos que favorecen la sudoración como la cafeína, te, chocolate, picantes, etc
  5. reducir el estrés y la ansiedad. Para ello la practica de disciplinas como el yoga, tai-chi y similares favorecen la relajación
  6. mantener una higiene frecuente
  7. hacer ejercicio ayuda a disminuir la sudoración en las manos
  8. depilarse para evitar que se acumule el sudor en las vellosidades aumentando el riesgo de mal olor corporal
  9. Utiliza el desodorante más adecuado a tu tipo de piel, tanto para axilas como para pies
  10. Incluye en tu dieta alimentos que ayuden a eliminar toxinas

También se puede utilizar botox para reducir los efectos de esta sudoración excesiva pero ¿Es el botox una solución?

A través de pequeñas inyecciones de botox en la piel, se puede conseguir paliar el exceso de sudoración en los casos de hiperhidrosis localizada, sin embargo su efecto es transitorio. Según indican los expertos, esta sustancia “bloquea la acción de las terminaciones nerviosas que inervan las glándulas sudoríparas ecrínas evitando que produzcan sudor”. Pasadas varias semanas, crecen nuevas terminaciones nerviosas, de forma que el efecto de botox es transitorio, durando varios meses.

Y por supuesto no hay que olvidar que como todos los tratamientos tiene una serie de efectos secundarios y contraindicaciones y por ello antes de aplicarlo debe consultar siempre con su médico, como por ejemplo:

  • leves sintomas parecidos a la gripe que desaparecen en varios días
  • dolor en las zonas inyectadas
  • puede producir alergia
  • no pueden utilizarlo embrazadas ni durante la lactancia, enfermos neuromusculares, y pacientes con ciertos tratamientos antibióticos, fármacos relajantes, medicamentos que afecten a la coagulación, etc

Existen también remedios naturales que dicen que evitan el mal olor cuando el desodorante no es suficiente, como es la aplicación de bicarbonato, vinagre, limón, aloe vera, etc. ¿Utilizas alguno?

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