Durante el verano, y especialmente en vacaciones, tendemos a relajar nuestros hábitos alimentarios, concediéndonos esos caprichos de los que tratamos de privarnos el resto del año. El buen tiempo, las vacaciones, el calorcito, las terracitas, cenas y comidas frecuentes con amigos y familiares que propician las buenas temperaturas …

Tiempo de relax, en el que decidimos relajarnos al 100%, y olvidarnos de nuestros hábitos saludables cayendo en tentaciones como consumo de azucares, harinas refinadas, empanados, rebozados, fritos, alcohol, alimentos procesados y sal, que consumidos en exceso, pueden hacer que ganemos unos kilitos sin darnos cuenta. De hecho, los expertos apuntan que en verano ganamos de media entre 2 y 3 kilos que probablemente se habrán colocado estratégicamente donde más nos molestan, básicamente en la zona abdominal, glúteos y muslos. Nos sentimos hinchados y la ropa nos queda más ajustada.

excesos verano

Durante las vacaciones ocurren tres cosas principales con la alimentación:
– Comemos más de lo que debemos
– Comemos en exceso cosas que no debemos (grasas, dulces, alcohol)
– Comemos a todas horas (picoteo, etc…)

Por otra parte, cuando estamos de vacaciones muchas veces nuestro tránsito intestinal no funciona  tan regularmente como desearíamos, además de que la ingesta de fibra muchas veces se disminuye.
Tampoco bebemos el agua necesaria.  Recordemos que es necesario tomar de 1.5-2 litros de agua al dia para que nuestro organismo funcione con normalidad. El no llevar un control en las comidas puede hacer que suframos retención de líquidos, que hace que aumentemos de volumen de manera considerable, haciéndonos sentir hinchados, pesados y molestos.

Por todo esto, recuerda que cuando volvemos a la rutina, debemos volver a adquirir el hábito de beber agua. Esto tiene una doble función, hidratación (reducirá la retención de líquidos favoreciendo la diuresis) y efecto saciante. Además si notas una importante retención de líquidos, el té verde es un perfecto aliado para mejorar este trastorno.

Si sólo hemos cogido un par de kilitos, podremos perderlos casi sin enterarnos. Además, sirve para mentalizarnos de que debemos retomar nuestros hábitos alimentarios para mantenernos una vez perdidos esos kilos. Pero si caemos en la tentación de realizar una dieta, no debemos creernos el mito de una dieta completamente a base de zumos, frutas o el ayuno durante días para eliminar estos excesos. Rotundamente no, no hay que pasar hambre.

De hecho, las dietas muy restrictivas resultan desmotivadoras y el índice de fracaso es elevado. El objetivo no es perder peso en tiempo récord, sino hacerlo bien, de una forma gradual y estable, ya que así logramos mantenerlo en el tiempo; y además evitaremos sufrir el tan conocido (y temido) ‘efecto rebote’. Lo que es necesario es que encontremos un equilibrio entre lo que ingerimos y el gasto energético que realizamos.

Una alimentación adecuada con los alimentos adecuados, un estilo de vida saludable que perdure en el tiempo, acompañados de actividad física frecuente, nos garantiza un efecto positivo en recuperarnos de los destrozos del verano

¡Volvamos a la carga a recuperar ese peso perdido, librémonos de esos kilitos de más y elijamos comida saludable!. Volvamos a realizar nuestras 5 comidas diarias (desayuno, tentempié a media mañana, comida, merienda y cena) y en su orden, y elaboremos estas comidas con los componentes básicos en una alimentación sana y equilibrada como son carbohidratos complejos, proteínas, verduras, vegetales, y grasas saludables. No olvidemos beber agua para eliminar las toxinas acumuladas durante el verano y volvamos de nuevo a las cenas ligeras y a tomar los hidratos de carbono en la primera mitad del día para luego ir reduciéndolos.

¡¡¡ NO HAY SECRETOS !!!, pero a continuación os ofrecemos unas cuantas recomendaciones:

te verde aquilea   cola-de-caballo-500x500

  1. Debemos intentar consumir alimentos frescos, naturales, NO procesados, disminuir el consumo de azucares y harinas refinadas.
  2. Retomar una buena hidratación con agua, incluir las infusiones tales como el té verde y cola de caballo que nos ayudan a eliminar toxinas por su efecto diurético, así como algunas verduras que poseen estas mismas funciones diuréticas y además son hipocalóricas y nos aportan un efecto saciante, como son los espárragos verdes y alcachofas.
    Las bebidas o zumos verdes son una excelente opción para complementar nuestra alimentación ya que tienen un aporte bajo en calorías, efecto saciante y a la vez están llenos de vitaminas y minerales, y nos permiten llegar a las comidas principales con menos hambre.
  3. De igual manera las frutas como la piña y fresas a media mañana son aliadas en esta manera de volver a nuestro peso.
  4. Aumentar el consumo de pescado blanco y bajo en grasa como la merluza y preferir las carnes blancas y bajas en grasa: pollo y pavo.
  5. Adiós a las grasas poco saludables. Sabemos que hay grasas saludables como las que encontramos en productos como el pescado azul, el aguacate, el aceite de oliva… que, tomadas en la raciones adecuadas, son beneficiosas para el organismo y que hay otras grasas menos saludables que es mejor desterrar (las presentes en alimentos precocinados, bollería industrial, etc).
  6. Es esencial realizar un desayuno fuerte y completo. Se ha demostrado que la prevalencia de sobrepeso es superior en aquellas personas que toman un desayuno escaso o lo omiten. El desayuno es la comida más importante del día, es la primera ingesta tras 8-10 horas sin ingerir alimento, y nos debe aportar la energía necesaria para que nuestro organismo funcione con el máximo rendimiento. Además, empezar el día con un desayuno equilibrado es la mejor garantía para no caer en las tentaciones. Si salimos de casa con el estómago vacío, lo más probable es que acabemos picando alimentos poco aconsejables (bollería o snacks calóricos) haciendo así malas elecciones alimentarias.
  7. La cena debe ser lla comida más ligera del día.
  8. Los métodos de cocción serán preferiblemente a la plancha o al horno, nunca fritos o rebozados.
  9. Recuerda incluir en tu cesta de la compra alimentos depurativos como la piña, el limón, la remolacha o el brócoli. Ayudan a limpiar el organismo de los excesos del verano y, además nos hacen sentir más ligeros.
  10. Planifica las comidas con antelación, ya que detenernos a pensar qué vamos a comer nos ayuda a conseguir que nuestras comidas resulten equilibradas y evita que tengamos que improvisar. Las improvisaciones nos suelen llevar a elecciones rápidas y poco aconsejables como precocinados calóricos.
  11. Sentarse en la mesa a comer es un buen hábito porque si nos sentamos a la mesa en cualquiera de las comidas del día, estaremos dedicando la atención que necesita el hecho de comer. Es importante ser conscientes de que estamos comiendo y de qué y cuanto estamos comiendo.
  12. Veinte minutos es el tiempo necesario para que nuestro estomago envíe las señales al cerebro que indican si estamos saciados o no. Si dejamos pasar unos minutos lo más probable es que se diluya el deseo de comer, que puede venir provocado por un impulso puramente por placer.
  13. Muévete. Haz, al menos, 30 minutos de ejercicio físico diariamente.
  14. Y si quieres refuerzos, implica a familiares y amigos para conseguir estos buenos habitos juntos, en grupo se hará más facil evitar las tentaciones.

¡Verás como recupera el peso resulta más fácil de lo que imaginabas!

ok

Pin It on Pinterest

Diseñado y desarrollado por Agencia de diseño web en Cádiz dev2bit